jueves, 16 de abril de 2009

20minutos. es (Una nueva ley del Gobierno afgano permitirá la violación dentro del matrimonio)

No estoy en ninguna cruzada religiosa o política. Simplemente es que no puedo con noticias como ésta. ¿Permitida la violación en el matrimonio? ¿La mujer como objeto sexual de su marido? ¿Sólo pueden salir solas en determinados casos?

La involución del mundo no tiene límites. Dentro de nada, volvemos a darnos garrotazos y a arreglar todo por la violencia. ¿Que también es así ahora? Pues nada, bienvenidos a la post prehistoria.

Lo peor es que las mujeres que se manifestaban en contra de la nueva medida, fueron rodeadas por un grupo mayor de mujeres que soltaban insultos como "cristianas", "apóstatas" o "esclavas de occidente". ¿Cómo las mujeres se dejan atropellar así, aunque sea en el nombre del Corán?

Creo que no soy capaz de comprenderlo. Es algo que supera mis limitaciones racionales. Ni siquiera por fe me explico que una mujer sea capaz de dejarse someter brutalmente, viendo anulados sus derechos.

sábado, 4 de abril de 2009

20minutos.es (Varios talibanes golpean a una menor en Pakistán... por tener novio)

Para que luego digan que los fanatismos no son malos. Los excesos cometidos por la Fe son imperdonables y no creo que ni Dios, Alá, Buda o quien esté a la cabeza los aceptaría. Todas estas leyes absurdas las han escrito los hombres (el género humano) para controlar, oprimir y tener un poder por sobre los demás.

Todas ellas nacen de la equivocación, del egoísmo, de la inseguridad y de la verdadera falta de caridad y aprecio por el prójimo, por nuestros iguales. Y más aún, cuando se trata de una simple manifestación del amor, la base de las relaciones humanas. ¿Es tan grave querer a alguien?

Ya tienen bastante las mujeres de lugares como éstos con cargar todo el día con un burka, y ver la vida tras una celda portátil. Y si a eso le sumamos la violencia psicológica y física, no estamos muy lejos de la brutalidad de los campos de concentración o de las grandes masacres de la historia. Lo lamentable, es que apenas hay quien les defienda.

Este es el resultado de la ceguera humana. Y no culpo sólo a los radicales islámicos, sino a los fanáticos católicos, a los devotos evangélicos, a los ultras protestantes y a todos quienes se escudan en palabras ajustadas a la conveniencia de cada época y que, estoy casi seguro, no tienen mucho que ver con sus orígenes.